9 octubre 2010
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El PSOE de La Carolina ha denunciado ante la Guardia Civil los actos vandálicos perpetrados contra la Casa del Pueblo, cuya fachada ha sido objeto, una vez más, de pintadas.
Lamentamos profundamente que, con nocturnidad y alevosía la fachada de la sede del Partido Socialista hayasido una vez más objeto de pintadas y salpicaduras con globos llenos de pintura de color azul, que también afectaron a los vehículos de particulares que se encontraban aparcados en la acera de la Calle Cuartel, 34.
Se trata de un nuevo ataque que no deja de ser sospechoso, pues se produce horas después de la ampliación de la Ejecutiva del PSOE municipal. Nos hallamos ante un nuevo ejemplo de esa 'regeneración democrática' que el PP y sus socios de notaría iban a traer a La Carolina.
Este tipo de actos contra mobiliario urbano del municipio eran frecuentes durante los años que el PP estuvo en la oposición y, de hecho, estaban perfectamente coordinados. Sin embargo, ahora que el PP gobierna en el Ayuntamiento, resulta bastante curioso"que los encargados de las pintadas, hayan dejado de actuar de forma indiscriminada y concentren sus ataques sobre la Casa del Pueblo, sede del PSOE.
A este respecto, el PSOE ha interpuesto la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, dejando claro que nuestras sospechas se centran en los entornos del Partido Popular.
Desde aquí, y desde donde podamos expresarnos, nos gustaría recordarles a quienes están detrás de estos actos y a quienes les jalean para que los lleven a cabo, que ni esto ni ninguna otra afrenta frenará ni callará al Partido Socialista y que en La Carolina ya nadie tiene miedo a decir lo que piensa.
Estos vándalos no han centrado sus miras en la sede del PSOE por casualidad, pero pueden tener la seguridad de que la fuerza y determinación del Partido Socialista, de sus militantes, simpatizantes y de la ciudadanía en general por romper con la larga historia de quienes siempre se han servido del miedo, no sólo no se verá afectada por actos vandálicos con la única pretensión de amedrentar, sino que tendrá el efecto contrario: mayor convicción de todos en la necesidad de una verdadera salud democrática en La Carolina, donde cada cual pueda pensar y expresarse libremente, sin sentirse marcado y sin ser objeto de coacción o ajustes de cuentas.
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